Bandera Azul se ha convertido en el símbolo, más reconocible y reconocido por los millones de usuarios de playas y puertos, en casi medio centenar de países, así como en un estándar mundial de ecocalidad turística, anterior e inspirador de las demás iniciativas de certificación de la calidad de playas y puertos.
Este fenómeno social, de una simple iniciativa original de una ONG, no es fruto del “azar”, sino que responde a una “necesidad” social, sentida y atendida por la Fundación para la Educación Ambiental (FEE), desde hace más de 30 años, revisada y mejorada desde entonces anualmente, a nivel internacional, dentro de una Red cooperativa permanente.